La semana pasada fuimos mi hermano y yo a visitar a Carlos a Southampton, y una vez allí visitmaos más sitios del Reino Unido: la Isla de Wight y Londres.
Como anécdota a destacar de este viaje, es que era mi primer vuelo, y se confirmaron mis temores: no tenía ningún miedo al avión, pero sí al aeropuerto... y efectivamente el aeropuerto ocupó toda mi tarde ya que el vuelo sufrió un retraso de más de cuatro horas... y en la terminal estuvimos encerrados todo ese tiempo.
También dejo como anécdota el hecho de tener que circular por la izquierda y que los volantes estén a la derecha. Carlos alquiló un coche allí y alguna vez que otra se equivocó de carril, eso sí, con rápida reacción y sin consecuencias.
Pues bien, en pocos días viajamos por tierra, por mar y por aire... ¿qué anécdotas sobre viajes podéis compartir? he aquí el sitio para ahcerlo.
Anoche, en la sobremesa de la cena (en la caseta de Gema), decidimos echar una partidita al Party, un juego que reune diversas pruebas que se podrían relacionar con otros juegos tales como Trivial, Pictionary, Tabú, mímica, y lectura labial.
Con ese ambiente de juegos de mesa me ha venido al recuerdo las veces que, jugando a ese tipo de juegos, los jugadores responden con burradas que no se asemejan a las respuestas correctas, dicen todas las respuestas posbiles menos la que es, hacen la pregunta leyendo la respuesta (esto os lo puede contar Mauro con sus experiancias con los pelícanos), etc... ¿quién no ha respondido alguna vez una burrada a alguna pregunta del Trivial?
Sin ir más lejos, recuerdo una partida de Trivial en la que tuve dos de esas. Una pregunta era "¿Cuándo pasa una potra a ser yegua?" y yo respondí "En su primera relación sexual"; esa no era la respuesta (ahora no recuerdo cuál era la correcta). La otra fue más grave. La pregunta era "¿quién dijo veni, vidi, vinci?", y mi respuesta, inculto de mí, fue "La tía esa del paraguas: Mary Popins"... la correcta era Julio César... vamos, que por poco.
En fin, espero que contéis vuestras anégdotas en los juegos de mesa, que seguro que las tenéis.
No voy a escribir sobre el grupo musical llamado como el título de este post, ni de música, sino de de esas personas (en las cuales me incluyo) que las dejan solas en casa porque el resto de la familia se va de viaje (de placer o de negocios). Siempre se ha relacionado este concepto en los casos en que uno de los miembros conyugales se va de vacaciones dejando al otro en casa con los hijos o solo, pero también se puede aplicar en aspectos no conyugales.
En mi caso, viene mi turno de Rodríguez. Vivo con mis padres y mi hermano. Los primeros se van a Francia, y el último a terminar el Camino de Santiago, mientras yo me quedo, pues tengo que trabajar, sólo en casa.
Esto de ser Rodríguez tiene su parte buena y su parte mala. La buena es que uno está a sus anchas haciendo, en la medida de lo posible, lo que le viene en gana; pero acostumbrado a la comodidad de tener a una madre en casa... uno ha de hacerse cargo de cosas que no se suele hacer cargo y comer de mala manera.
Otro aspecto que tiene el ser Rodríguez es la leyenda de la infidelidad, o las fiestas en casa. Yo, en mis experiencias como Rodríguez, nunca he llevado a cabo ninguna de las dos leyendas mencionadas, aunque a la segunda... más que fiesta... alguna reunión con los amigos no digo que no.
En fin, imagino que cadacual tendrá sus experiencias como Rodríguez, y que algunas puedan ser interesantes, curiosas o especiales... ¡¡a compartirlas!!