Anda que te anda
Para quien está acostumbrado a caminar y hacer excursiones, no será más que una más, pero en mi caso, que no es normal que haga largas caminatas, fue algo excepcional.
Con motivo de la festividad de El Nostre Senyor Robat, se realiza todos los años una peregrinación desde la localidad de Tibi hasta la de Onil, siendo así un trayecto de unos 20 km. Pues bien, este año me apunté a tal peregrinación y me di la caminata. Que yo recuerde nunca he andado tanto, pero me gustó.
No fui yo sólo, pues más curris se atrevieron (así como unas 800 personas más), y así, a las 7 de la mañana estábamos subiendo al autobús para dirijirnos a Tibi. Allí, nada más llegar, nos tomamos un chocolate calentito mientras esperábamos el inicio de la marcha.
Durante esos 20 kilómetros pudimos observar interesantes paisajes, algunos de ellos dañados por el afán urbanizador de las personas humanas. Nos detuvimos a almorzar y luego continuamos la marcha. Algún que otro escape de gases de otro caminante desconocido nos tocó inhalar por el camino.
Al final obtuvimos nuestra recompensa, tomando un aperitivo en el claustro del ayuntamiento (lo que pudimos, porque a repartir entre 800... no daba para mucho) y luego en un bar.
Pues bien, las anécdotas que propongo que compartáis son las referentes a largas caminatas, de las cuales, a parte de la que ya he contado, recuerdo otras dos, éstas en plan urbano, recorriendo una noche Vallecas y otra yendo desde el Ayuntamiento de Valencia hasta el nuevo estadio del Valencia, que no está precisamente al lado del Ayuntamiento.
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